Aunque su formato sea nuevo, nuestra Revista LOGO tiene ya una trayectoria de 30 an?os, si bien tuvo una interrupcio?n de un lustro. Han pasado por sus pa?ginas los ma?s diversos representantes de la 3era escuela vienesa de psicoterapia, la logoterapia creada por Vi?ktor E. Frankl. Todos ellos la prestigiaron y enriquecieron con sus aportes, a la vez que la Revista ha sido una contribucio?n para los que adhieren a la teori?a frankliana y, ya sea a nivel personal como laboral, incorporaron sus conceptos a sus vidas y sus pra?cticas.

Esta publicacio?n siempre ha estado alentada por un espi?ritu humanista, si bien en los u?ltimos an?os se ha constituido en una perspectiva ma?s necesaria, debido al predominio que ha tomado la monetarizacio?n. Los economistas tienen una gran incidencia so- bre la calidad de vida que nos toca vivir y las humanidades, con la antropologi?a como base, se constituyen en un aporte valioso. Recordemos que la logoterapia es una antropologi?a aplicada.

Por otra parte el tema del sentido ha extendido su alcance a las ma?s diversas actividades: si bien por un lado asistimos a cierta banalizacio?n desde importantes sectores de la sociedad, por otro emergen diferentes manifestaciones culturales que ofrecen los ma?s amplios significados colaborando asi? a un mayor compromiso con el sentido.

Como escuela abierta que es, la logoterapia permanece receptiva a todo lo que pueda sumar en la tarea de difusio?n de las ideas y he- rramientas concretas aportadas por su creador y seguidores. Es por eso que, en tiempos de tecnologi?a y difusio?n virtual, se incorpora a este medio con la finalidad de acercar a ma?s lectores y escritores los contenidos de la produccio?n cienti?fica, arti?stica y literaria surgidos en torno a esta cosmovisio?n. Son muchas las personas que perma- nentemente reflexionan y producen material teo?rico y pra?ctico en la li?nea frankliana, y desde estas pa?ginas tambie?n anhelamos que sean muchos ma?s los que se sumen a dicha produccio?n.

Cada vez ma?s la realidad demanda del ejercicio activo de los con- ceptos creados por Frankl, toda vez que el vaci?o existencial reviste nuevas formas y a la vez, las personas demandan incondicional- mente sentido. Por eso los aportes que se pueden hacer son herra- mientas valiosi?simas para el hombre de hoy, y el de siempre.

Provocar ese anhelo de sentido y mantenerlo vivo, es el compro- miso que renovamos, como al comienzo, desde la Editorial de la Revista LOGO.