Estamos viviendo una situación inédita: la pérdida de libertad, de la que somos celosos defensores. Dicha pérdida nos llega como consecuencia de nuestra falta de responsabilidad. Hoy la cuarentena preventiva y obligatoria nos impone restricciones.
Y es sencillo de comprender. Si nos enseñaron que la libertad es como una moneda, que tiene dos caras. Que no se pueden separar: libertad/responsabilidad. ¿Porqué no respetamos esta realidad y nos empeñamos en vivir con una libertad que no admite límites, sin ir más lejos: que mi libertad termina donde empieza la libertad del prójimo? La educación es un factor importante en todo esto. Está muy bien expuesto en "La tragedia educativa" texto del cual se realizaron 25 ediciones en el lapso de poco más de 20 años. O sea la tragedia que nos pintó Guillermo Jaim Etcheverry fue un éxito, no pasó desapercibida. Ahora bien ¿Cómo pasaron a la sociedad las enseñanzas del texto? Si es que verdaderamente pasaron. Porque es curioso que un best seller no produzca efectos... pero si, los produjo y fue digamos en el ámbito económico porque la inversión en educación aumentó ya sea en los salarios docentes, en material tecnológico, pero no se atendió a la calidad educativa. Hay datos muy concretos, tal como lo revelan las pruebas PISA, por ejemplo. El 50% de los alumnos que concluye la escuela secundaria no entiende lo que lee y cerca del 66% tiene dificultades para resolver problemas con las operaciones matemáticas más sencillas.
Es decir, el aumento en la inversión no mejoró la calidad educativa. Tal vez uno de los motivos pueda ser porque no se tuvo en cuenta lo señalado por Viktor E. Frankl a mediados del siglo pasado.
Sócrates se convirtió, con su muerte, para occidente, es el símbolo de lo que un ser humano es capaz. En vida se esforzó incansablemente en "afinar la conciencia" exigiendo constantemente a sus conciudadanos la obligación de que (como fue expresado por Frankl) "hemos de aprender a distinguir lo que es esencial y lo que no, lo que tiene sentido y lo que no, lo que puede justificarse y lo que no" Estas simples sugerencias, puestas en práctica, pueden cambiar completamente la vida de las personas. Y precisamente para Frankl la educación pasa por esa tarea, que se torna impostergable.
CABA, 14-04-2020.